martes, 18 de marzo de 2014

Salida Mendibike a Villarcayo

Segunda salida del grupo, esta vez organizada por Albert…y la verdad, la ruta refleja cómo es él…y no ha defraudado para nada.

Me gusta ver que las salidas se van superando. Lógico, quien se encarga de organizarlas quiere que todo salga bien, que sea del agrado de la gente y que todos pasemos un buen rato. El listón cada vez se está poniendo más alto, y eso hace que las rutas cubran las expectativas de todos.
Estaba claro lo que nos íbamos a encontrar en Villarcayo, y más conociendo a Albert: un tío alegre, si se le puede catalogar, sería como un niño grande, y eso es lo que nos ha transmitido en esta ruta. Me gusta la gente que busca diversión en la BTT, y así lo pudimos comprobar el domingo:  senderos, charcos por doquier, barro en su justa medida, bajadas divertidas, incluso cruzar algún río…
Vamos, que al final, viendo la sonrisa de niño que teníamos todos en la cara, estaba claro que el objetivo estaba más que cumplido.
No me acuerdo ya a qué hora me levanté para ir a la gasolinera de Getxo donde había quedado con el resto del grupo. La anécdota fue que nos íbamos ya cuando apareció Txaber, vamos, que por poco nos lo dejamos…menuda cabeza.
Ya en Villarcayo, nos encontramos con miembros de su club ciclista, que viendo el primer charco decidieron investigar por su cuenta caminos para su marcha BTT. Dos de ellos, amigos de Albert, permanecieron con nosotros e hicieron también un poco de guías.
La ruta fue entretenida, en un principio por la ribera del río Nela, hasta que llegamos a la ermita de San Bartolomé, donde hicimos nuestra primera parada.
El perfil que teníamos parecía un poco rompepiernas, pero la verdad es que fue muy ameno: una de estas salidas en las que sabes que estás subiendo, pero tampoco te lo parece, hasta que llegas al tramo en el que tienes una bajada.












Hicimos un hamaiketako de primera en el cual Albert estuvo sobrao con esas latas de melocotón en almibar.

Entre charco y sendero llegamos a la zona donde teníamos que cruzar el río…bueno eso los valientes, ya que los gallinas decidimos ir por el puente (gallinas, sí…pero secos, jejeje). Nadie logró cruzar el río montado en la bici, y aún así tuvo su merito, dada la corriente y lo que cubría… Total, que nos echamos unas risas.










Acortamos la salida 10 km, para dejarla en 40 km, dado que no llegábamos a la comida a tiempo (para alguno esto fue una bendición). Tuvimos además algún que otro descanso más, en uno de ellos visita cultural incluída a una antigua necrópolis - vamos, que la salida tenía de todo.
Ya solo nos quedaba la vuelta a Villarcayo. Algunos nos perdimos por el camino, pero pudimos llegar. Duchitas, y comida, todo muy rico, aderezado al final con un orujito de hierbas.


Otra de las anécdotas del día fue ver a nuestra rubia volver a coger la bici… no para venir con nosotros, sino para darse una vueltita y ver que su rodilla va por buen camino. ¡¡¡Ánimo!!!
Y esto es lo que dio de sí el día. A la vuelta alguno tuvo un pequeño saludo con la Benemérita, y eso sí, al día siguiente hubo que limpiar muuuucho la bici. Así es el BTT.

Todas las fotos las tenéis aquí:
Fotos Javi
Fotos Alberto
Fotos Iñaki

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