domingo, 2 de septiembre de 2012

Vacaciones y vuelta a España


Pues ya estoy de vuelta, y la verdad es que estas vacaciones me lo he pasado muy bien. Estuvimos en los Pirineos, en la zona francesa, primero por la zona de Lourdes, rodeados de puertos como Luz Ardiden, el Tourmalet, Soulor, Aubisque...qué tiempos, me los he subido ya todos, y el volver a pasar por alguno de ellos me trajo gratos recuerdos, seguro que volveré...pero esta vez para subirlos de nuevo en bici.

Después de estar haciendo bastante trecking, hemos estado visitando lugares como Toulouse, o Carcassone.











En todos estos días he descubierto un libro que me he estado leyendo y que aconsejo a los aficionados al ciclismo: Plomo en los bolsillos, de Ander Izagirre, donde se comentan toda serie de chascarrillos de la historia de Tour de Francia.
Así que con esta lectura me he estado preparando estos días para lo que sería nuestro último día de vacaciones, con el plan de ver la etapa de la Vuelta a España que acababa en Andorra, en el Collado de la Gallina. Atras quedaban dias de rica comida, y el darme cuenta de que no soy el rey Arturo












Salimos pronto porque no tenía ni idea de lo que me iba a encontrar en San Julià (no tengo muy buen recuerdo de la última vez que pasé por allí...). Así que después de 70 km, llegamos a San Julià, estábamos ya rodeados de gente, y coches, así que seguí por donde vendrían los ciclistas hasta la bifurcación en la que ya se metían al collado. A los coches nos desviaban por la otra subida, así que cuando vi un sitio bastante majo para aparcar, allí dejamos a nuestro pequeño.
Estábamos metiendo la comida en las mochilas, cuando paró un minibus, preguntando si bajábamos, al principio le dije que no, pero claro yo entendí que quería aparcar el bus, total que me volví de nuevo a hablar con él, y menuda... El caso es que Andorra había puesto un servicio gratuito de minibuses para llevar a la gente hasta meta, jejejeje ahí que nos metemos de la misma. ¡Menuda suerte! En bus los 7 km de subida, todo un lujo.
Siguió cogiendo a gente sorprendida y agradecida hasta que llenó las 15 plazas, y en la bifurcación nos paramos a esperar que bajaran los autobuses que antes habían subido a más gente. Mientras ya nos habíamos hecho con gorras y banderas de Andorra para animar, que nos había dado una azafata de la vuelta bastante maja.
Equipados con nuestros colores naranjas, y con la publicidad de la vuelta, el bus empezó a subir.
El caso es que los 7 kilómetros de subida que tenían que afrontar los corredores, me parecieron impresionantes. ¡Menudo puerto! No había ningún descanso, pendientes de una media del 9%, con rampas del 13 al 18%, impresionados nos quedábamos en todas las herraduras que íbamos pasando.
Y así llegamos al premio de la montaña, donde nos dejó el bus. Así que anduvimos hasta meta para ver el ambientillo.
Allí vimos al padre de Igor Antón, pintando el nombre de su hijo con un rodillo en la carretera, y tras un Aupa Igor!!, y poner toda nuestra ilusión en que el de Galdákano estuviera bien, y pudiera dar la sorpresa, nos fuimos al restaurante frente a meta para descansar y tomarnos unas coca colas.









En meta la gente de un lado para otro montando todo, eran las 12, justo acababa de empezar la etapa, nos quedaban unas 5 horas por delante.
Poco después empezamos a bajar para elegir el mejor lugar para ver la carrera. De camino, nos encontramos con la peña de Contador, los cachondos de la de Purito, los padres de Igor con los amigos y la autocaravana...y al final decidimos quedarnos a unos 300 metros del premio de la montaña, justo en un alto en el que podíamos ver, cuando empezaban el puerto, y tres rampas del último kilómetro.
A partir de este momento el rosario de autobuses, ciclistas, coches, prensa, hasta que llegó la carrera.
La verdad es que llegaron con una hora de adelanto, que se agradece, pero nos estuvimos riendo bastante con los comentarios de la gente hacía, entretenidos con los que llegaban en bici y con los ánimos que les daban los de la peña de purito, que la verdad, durante 3 horas estuvieron animando a todo el que subía en bici.
Y al final llegó la carrera, vi a lo lejos que venía un grupo. Hice una foto con el zoom, y justo estaban Froome, Contador, Purito, Valverde, y a dos metros, Antón con un Movistar. Bueno, la cosa no iba mal, estaba claro que iban a llegar los más fuerte, y que la escapada que se había formado antes no iba a cuajar.
Cuando pasaron por delante, atacó Froomme, aunque vimos que no dejaba a los demás, y un poco más retrasado venia Igor, al que animé como un poseso. Después ya vimos todo el rosario de corredores, menuda escabechina, y nos enteramos por los de las autocaravanas de que había ganado Valverde, así que tras un tiempo prudencial, empezamos a bajar, animando a los rezagados que iban para arriba, y también animando a los que habían acabado, que bajaban como motos hacia el hotel.

Una pena que no ganará Antón, como pasó en Bilbao el año pasado, pero el día fue un buen colofón para nuestras vacaciones.

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